La batalla entre creacionistas y evolucionistas no por antigua deja
de ser candente. Desde que Darwin propusiera su Teoría de la Evolución
en 1859, la Ciencia ha avanzado en gran medida y ahora sabemos mucho
más sobre la evolución, lo que nos permite entender mejor el discurrir
de la vida en la Tierra. Sin embargo, los defensores del creacionismo o
el diseño inteligente se mantienen hasta nuestros días. Carolina
Martínez Pulido, profesora del Departamento de Biología Vegetal de la
Universidad de La Laguna, hablará a las 19 horas de hoy en el Museo de
la Ciencia de Valladolid de esta polémica en la última de las
conferencias del ciclo Increíble pero falso, donde explicará
cómo la razón humana nos permite comprender el mundo sin necesidad de
recurrir a fuerzas mágicas o planes divinos.
“La Teoría de la Evolución de Darwin es una teoría científica y por
el contrario el creacionismo y el diseño inteligente son visiones del
mundo vivo procedentes de la religión. Hay que separar la Ciencia de lo
que es la creencia basada en la fe”, apunta en declaraciones a DiCYT.
Carolina Martínez Pulido recuerda cómo a lo largo de la historia de
la humanidad ha tendido a considerarse que el centro del Universo es el
hombre. “En el siglo XVII nace la Ciencia moderna y nos damos cuenta
de que el hombre es solo uno de los muchos seres vivos de un pequeño
planeta que gira alrededor del Sol, dentro del Universo”. De este modo,
la observación y el estudio de la naturaleza a partir de la razón
humana “Permite comprender el mundo vivo sin necesidad de recurrir a
ningún poder sobrenatural”.
El diseño inteligente hunde sus raíces muy atrás en la historia del
pensamiento humano. Hasta mediados del siglo XIX, incluso las mentes más
brillantes defendían que los seres vivos sólo podían entenderse como
resultado de un plan divino. “La teoría de la evolución era una recién
llegada a la historia humana y difícilmente podría esperarse que la
Teología cediera parte de su territorio sin luchar”. Por ello, desde la
época de Darwin ha existido un fuerte debate entre quienes defienden la
acción directa de Dios en la creación de los organismos vivos y los
biólogos evolucionistas. En esta conferencia, Carolina Martínez Pulido
defenderá “que la fuente del conflicto para la Ciencia no es la religión
sino el dogmatismo”.
En la actualidad, la investigadora trabaja en aspectos relacionados
con la Teoría de la Evolución Humana. “En las últimas décadas del siglo
XX se han realizado muchos hallazgos fósiles y descubrimientos
importantes a la hora de explicar la evolución”, recuerda. Asimismo,
desde un punto de vista más especializado, su interés se centra en la
perspectiva de género en la evolución. En su opinión, hasta hace poco
tiempo se ha analizado la evolución desde una visión androcéntrica,
obviando el papel de la mujer. “No se puede entender el origen de la
humanidad sin el papel de la mujer. Por eso estudio cómo contribuyeron
las hembras a la configuración como humanos”, recuerda.
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